Los residentes de Los Ángeles expresaron su preocupación por los recortes propuestos en el presupuesto municipal durante la reunión de audiencias presupuestarias del 25 de abril de 2025. Los oradores, que representaban a diversas organizaciones y comunidades, hicieron un llamado urgente a los miembros del consejo para que reconsideren las reducciones que podrían afectar gravemente a los trabajadores y servicios esenciales de la ciudad.

David Summers, miembro de la junta de la asociación de arquitectos, destacó que los recortes amenazan puestos vitales en el departamento de planificación, advirtiendo que la inteligencia artificial no puede reemplazar la experiencia humana necesaria para manejar procesos complejos de contratación. Summers enfatizó que estos recortes no solo perjudican a los empleados, sino que también impactan negativamente en la calidad de los servicios que la ciudad puede ofrecer.

Athé Mohamed, un residente del distrito 8, se unió a la conversación al señalar la falta de limpieza en su comunidad y la necesidad de restaurar 465 millones de dólares que se habían recortado el año anterior para estudios de accesibilidad. Mohamed argumentó que en lugar de eliminar empleos, la ciudad debería enfocarse en crear más oportunidades laborales que beneficien a la comunidad.

Beverly Robertson, defensora de la liga de defensoras de casa, también compartió su frustración por la falta de atención a problemas básicos como la iluminación en las calles, instando a la ciudad a priorizar el bienestar de sus ciudadanos más vulnerables. Además, hizo un llamado a establecer bancos públicos para facilitar préstamos y abordar la creciente deuda de la ciudad.

Brenda Baga, presidenta de los servicios de Rainbow, subrayó la importancia de financiar programas de emergencia para víctimas de violencia, destacando que muchos de los beneficiarios son niños. Baga pidió apoyo financiero para asegurar que estos servicios vitales continúen operando.

La reunión culminó con un fuerte sentido de urgencia entre los oradores, quienes instaron a los miembros del consejo a priorizar el bienestar de la comunidad y a reconsiderar los recortes presupuestarios que podrían tener consecuencias devastadoras para los servicios esenciales y los trabajadores de la ciudad. La discusión dejó claro que la comunidad de Los Ángeles está unida en su deseo de ver un presupuesto que refleje sus necesidades y prioridades.